Sobre la Pandemia y la Economía
- Leandro Indavera Stieben
- 23 ago 2020
- 3 Min. de lectura

En estos últimos tiempos toda la humanidad ha debido reflexionar sobre muchas cosas. La pandemia global y la necesidad de la cuarentena nos ha llevado a todos a reflexionar sobre muchos temas, partiendo de la introspección acerca de lo que queremos para nosotros y para los demás, para lo que queremos en nuestras vidas y para lo que queremos para el mundo, para nuestro futuro, individual y colectivo. En estas breves líneas intentaremos reflexionar sobre la relación entre la pandemia del COVID-19 y la economía. Muchos extremistas del pensamiento han sostenido que existe una disyunción exclusiva entre la salud y la economía, lo cual obligaría necesariamente a elegir entre una u otra. Incluso algunos han llegado a decir que se deben sacrificar las vidas humanas de los más débiles para salvar la maximización de la utilidad; como una especie de holocausto al capital. Al respecto, lo primero que es menester decir es que la vida humana es prioritaria frente a la maximización extrema de la utilidad. Pero la Economía forma parte de la conservación de la vida humana. La Economía (oikos nomos, en su raíz griega original) es la administración de la casa, del hogar. Siguiendo la encíclica del Papa Francisco Laudato si´, el cuidado de la casa común debe ser prioridad, frente a una voraz necesidad de maximización extrema de la utilidad descuidando nuestra Tierra. Mucho más es necesario en nuestra concepción económica, el cuidado de la salud de aquellos que viven en nuestra casa común, y por ende esa prioridad debe ser atendida. Existen dos doctrinas erradas, dos extremos ideológicos sobre la economía que tenemos que combatir, siguiendo a Aristóteles, quien nos convoca a la prudencia, a que busquemos el punto medio de las cosas.
Esta pandemia nos ha esclarecido la vanidad de estos dos extremos de los que hablaremos a continuación. El primer error doctrinal, el primer extremo, es el liberalismo dogmático, el anarco-capitalismo. Según esta concepción, el Estado debe ser eliminado. La pandemia del coronavirus ha demostrado lo errado de esta doctrina. ¿Qué haríamos sin un Estado presente que regule las cuarentenas?. El Estado, junto al mercado, son elementos necesarios de nuestra sociedad, conclusión a la que hemos llegado fruto de profundas reflexiones que la humanidad ha tenido que transitar. El otro error doctrinal que debemos combatir, el otro extremo del péndulo, es la teoría del decrecimiento. Esta teoría nos dice que tenemos que parar en nuestro desarrollo. No seguir progresando, estancarnos, y reducir nuestro consumo al mínimo. Esta doctrina, que idolatra la naturaleza inanimada por sobre el hombre, imagina un mundo idílico en el que armar micro paraísos de agricultura primitiva reemplace la tecno-ciencia sustentable. La pandemia del coronavirus ha demostrado lo errado de esta doctrina, porque el consumo y la búsqueda de los lujos razonables son parte intrínseca de nuestra aspiración como habitantes del siglo XXI. El cine, el café, el Shopping, el turismo, por dar algunos pequeños ejemplos, son un gran motor de nuestra economía y son una aspiración legítima, un derecho inalienable para todo ser humano. Estas pequeñas vanidades son importantísimas, los llamados servicios y la industria del entretenimiento, que han hecho que muchos filósofos, desde la Ilustración escocesa, se preocupen por estos temas. Otro tema es que nos dimos cuenta lo importante que es la digitalización en nuestras vidas, la descentralización y el home office. Estamos inmersos en una revolución digital que en parte nos ha alivianado esta pandemia. Muchos trabajos se pueden realizar vía online; y esto providencialmente nos prefigura un mundo posible de industria descentralizada a través de, por ejemplo, las impresoras 3D. Esta pandemia nos obliga a entender el surgimiento de gigantes como Amazon; y la omnipresencia del delivery en nuestras vidas. Vayamos a lo concreto. ¿Qué medidas concretas podemos tomar para alivianar la economía y preservar la gestión de las diferentes modalidades de cuarentena?. En Argentina y en el mundo se están tomando diversas medidas. Por un lado, el take away en
las casas de comida, el uso de barbijos y mascarillas ante las eventuales salidas, el permiso de salidas según la terminación del DNI, el respeto de la distancia entre clientes en los negocios, la provisión de turnos de atención en los bancos y en las casas financieras y medidas de servicio con separadores para evitar el contacto humano, como sucede en los taxis de Argentina o en los restaurantes de Holanda. Es importante destacar la importancia de ocuparnos de los que menos tienen. En Argentina mediante un impuesto excepcional a las grandes fortunas para paliar los efectos económicos de la pandemia, y en el mundo mediante la necesidad de la aplicación de una tasa infinitesimal a todas las transacciones financieras.
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